Durante la COP16, uno de los temas más alarmantes fue el aumento de las vías ilegales en la Amazonía colombiana. En 2024, se abrieron 1.381 kilómetros de estas vías, lo que agrava la deforestación y pone en riesgo la biodiversidad de la región.
La expansión de estas vías ilegales ha facilitado actividades como la tala de árboles, el tráfico de fauna y la minería ilegal, afectando varios parques nacionales. Estos datos subrayan la urgencia de tomar medidas para proteger uno de los ecosistemas más valiosos del planeta.